BDSM
Al principio te parecerá perverso,
pero el morbo te ha traído aquí
buscando sensaciones más intensas
como la mordida en el labio inferior:
Ese punzante toque de dolor.
A eso has venido aquí.
A eso has venido a mí.
Quiero causarte placeres dolientes,
voy a hacer que explote tu mente.
¿Qué la pasión y el orgasmo?
Los conoces,
tienes experiencia en esos menesteres.
No mi amor.
Hoy vienes a que te inflija dolor
Suplicio, sufrimiento,
ardor, punzante comezón.
Llevarte al clímax en una explosión.
Al principio me amarás,
conforme vaya subiendo de tono,
quizás llorarás.
Llegará el punto que suplicarás.
Y si logras soportar,
me pedirás más.
Porque las terminaciones nerviosas
cruzan sus cables entre sí.
Donde el dolor y el placer,
se funden en un frenesí.
Cuando broten los moretes
y la sangre comience a salir:
Me pedirás que me detenga,
pero continuaré
hasta hacerte derretir.
¿Recuerdas las cosquillas?
¿Un placer insoportable no?
algo similar te he de causar.
¿Te has entregado a la sodomía?
comparado con hoy
será simple vainilla.
Y entonces subiré aún más la intensidad
Verás colores que te harán llorar
Y sin embargo disfrutarás.
Vas a llorar, vas a berrear.
Vas a gritar, vas a bramar.
Te voy a amarrar.
Te voy a pegar.
Te voy a cortar y latiguear.
Escupirte y cachetearte.
lamerte, rasguñarte, morderte y ahorcarte
¡Ja!
Incluso voy a humillarte.
Finalizando mis violentas y suculentas vejaciones,
después de respirar y descansar.
Cambiemos roles,
A mí sí me puedes maltratar.
Christopher Carreon | Guadalajara, México