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El muso
Si debo caer
que sea por haber gozado el ascenso por un sendero marginado, Surco de fuego, comarca
desconocida e incomprendida.
Si debo caer
que sea desde la cumbre por haberme corrido en la cima de la locura, aspirada por una
tormenta anónima, un torbellino ajeno.
Si debo caer
que sea por haberme arriesgado a vivir un idilio a plena luz del día, ardor atrapado en una
coraza de contradicción sumergido en sus palabras.
Si debo caer
que sea doloroso, que mi condena me ate a una pluma, que corra la tinta, que el pergamino
de su piel nutra mi memoria, mi olfato, mi gusto.
Solange D. MARCOS | Santiago, Chile